En diciembre pasado, entró en vigencia en nuestro país la ley 27605, que reglamenta el Aporte solidario de grandes fortunas.

Menos de 12.000 personas están incluidas en ese aporte y sólo se incluyen a fortunas exageradamente importantes, grandes de verdad. En principio se quiso infundir miedo en aquellos que tienen algunos ahorros o una casa quinta o dos autos, pero la realidad indica que para ingresar en ese grupo selecto,  Usted debe tener alrededor de 30 propiedades.

Otra manera de sembrar temor fue decir que iban a cerrar empresas. No es así, porque el aporte incluye los bienes personales declarados de más de $200 millones. Reitero: son menos de 12.000 personas.

El aporte es extraordinario, por única vez, por la pandemia. Usted puede discutir a qué se destinará lo recaudado. Ya está establecido por Ley: un 20% a la compra de vacunas y equipamiento médico, 20% destinado a las pymes para sostener el empleo y los salarios, 20% a las becas progresar, un 15% para el Fondo de Integración sociourbana y un 25% a la producción de gas natural. Es decir, será utilizado para combatir la pandemia, para el desarrollo productivo y de la energía, para los estudiantes y para los más pobres.

Algunas de las personas incluidas en el aporte, ahora están haciendo presentaciones en la Justicia para no pagarlo.

Una de ellas es Carlos Tévez, “el jugador del pueblo”. Tevez siempre habló de los pobres. Ese Carlos Tévez que nació en Fuerte Apache y que habitualmente expresa que ese origen humilde es parte de su esencia.

Lo cierto es que "Carlitos"  presentó un Recurso de Amparo ante la justicia porque no quiere pagar el aporte solidario de grandes fortunas. Nadie pone en tela de juicio la legitimidad de su fortuna, la ganó con su propio sacrificio, pero se nota que jamás pensó en tener un gesto solidario, en estos momentos de tanto sufrimiento para toda la humanidad.

Hace unos meses atrás, cuando el aporte solidario era sólo un proyecto, Diego Armando Maradona –que en paz descanse- aseguró que iba aportar para favorecer a aquellos que más lo necesitan. Se autoproclamó uno de los aportantes de la ayuda extraordinaria.

Porque su compromiso con los más necesitados, así lo establecía;  porque su sensibilidad social, así lo requería. 

Con estas actitudes contrapuestas, también se puede entender por qué hay ídolos que serán eternos y por qué hay otros que tienen pies de barro.