El proyecto europeo AnDy desarrolla pautas de comportamiento aplicadas a los robots humanoides para que puedan trabajar con las personas. En un futuro próximo esta colaboración será algo habitual en nuestro día a día. Para que sea eficaz, los científicos del Instituto Italiano de tecnología de Génova están desarrollando equipos y programas tecnológicos que permitan a los humanoides estimar y predecir acciones humanas.
Danielle Pucci, responsable del proyecto explica que “el robot cuenta con un cierto número de sensores para comprender cómo se mueven las personas. Detecta su presencia, primero a través de la visión. Durante la interacción, el robot es capaz de percibir el contacto con el ser humano a través de su piel. Para que el robot evalúe los esfuerzos realizados por el hombre, este último debe equiparse con sensores”. Éstos van integrados en un traje ulta moderno. Son capaces de detectar los movimientos de las personas y comparten la información con el robot en una fracción de segundo. Asi que el robot, interactuará con el humano practicamente en tiempo real”.
Claudia Latella del IIT de Génova añade que cuentan con un algorítmo que les permite “calcular nuestra fuerza o lo que nosotros denominamos: “dinámica de lo humano”. Estos datos se transmitirán al robot. Y en un futuro, pensamos que el robot predecirá nuestros movimientos y podrá ayudarnos en la resolución de acciones en común”.
Al prototipo de este tipo de robots lo han bautizado: Icub. Podrá ayudar a los humanos en una amplia gama de actividades: manufacturas, cuidados médicos, ayuda a las personas en casa. Su talla y su ergonomía se adaptarán evidentemente a las funciones que tenga previstas. Giorgio Metta, vicedirector científico del IITde Génova insiste en que “la visión sobre las aplicaciones de este tipo de robots es la de un asistente porsonal. Podemos declinarla de varias maneras, desde la ayuda a la rehabilitación a la asistencia en tareas domésticas. Y obviamente, sin olvidar que las tecnologías que hemos desarrollado para el “Icub” pueden ser empleadas asimismo en el sector de la industria.”
Los científicos están desarrollando asimismo la capacidad de los humanoides para otro tipo de habilidades, como el reconocimiento de un nuevo objeto por ejemplo, siguiendo una orden oral pero sin la intervención de un técnico. “Como podemos hablar con el robot, podemos decirle por ejemplo: “mira esto en un móvil” y permitir que los usuarios añadan cosas que necesite saber. El robot registra esa imagen y puede crear una nueva categoría en su memoria: la de los smartphones”, dice Metta.
Los investigadores de este proyecto europeo también están desarrollando expresiones faciales para los humanoides con el fin de que parezcan más empáticos con las personas con las que van a interactuar. A la pregunta de si están muy lejos del objetivo final y cuáles son los principales desafíos del proyecto AnDy, Danielle Pucci explica que necesitan trabajar aún en “la capacidad cognitiva del robot. El hecho de que se de cuenta de la presencia de un ser humano, con sus competencias motoras, que pueda andar, colaborar e interacturar con personas. Es un objetivo que esperamos alcanzar en los próximos 10 o 15 años”.
La colaboración entre humanos y robots, según los científicos se limitará a acciones básicas, ya que los robots, aseguran, no remplazarán completamente a las personas en el trabajo.
Fuente: Euronews.
