El seleccionado argentino de fútbol continuó desplegando los méritos que lo llevaron casi 10 meses atrás a ser campeón del mundo en Qatar y venció por 1-0 a su par de Paraguay, en partido válido por la tercera fecha de la eliminatoria sudamericana camino a Estados Unidos-México-Canadá 2026.
El tanteador quedó corto y el equipo de Lionel Scaloni pudo y debió haber sentenciado un triunfo más holgado en el resultado ante un rival que presentó el estreno en la banca del director técnico argentino Daniel Garnero.
Una volea de Nicolás Otamendi, a los 3 minutos de partido, le terminó dando la diferencia a un equipo albiceleste, que reúne 9 unidades en 3 presentaciones y encabeza las posiciones.
La próxima estación de la Argentina en la clasificación continental será este martes, a las 23.00, en Lima ante el local Perú, por la cuarta fecha.
La apertura arribó temprano, cuando los hinchas todavía se acomodaban en sus asientos. Un tiro de esquina ejecutado por Rodrigo De Paul, desde el costado izquierdo, encontró por detrás de todos a Otamendi, quien -con una volea poco ortodoxa- puso en evidencia que a la denominada ‘Scaloneta’ tampoco le falta trabajo en pelota parada. 1-0 en el amanecer del partido.
El equipo argentino manejó el ritmo, adelantando los zagueros a la mitad de la cancha y con el tándem Mac Allister-Enzo Fernández alternándose para pasar a posiciones ofensivas.
Por la izquierda, Nicolás González funcionó como un pistón que le ocasionó confusiones a Iván Ramírez, mientras que, por derecha, las incursiones de Nahuel Molina más Julián Alvarez, que se recostó por ese sector, le generaron inquietud a Mathías Espinoza.
Inmediatamente, el estadio vivió un sacudón fuerte con el ingreso al campo de juego del astro Messi, quien ocupó el lugar que dejó Alvarez, de muy buen partido.
El ‘10’ intentó asumir el protagonismo de siempre, pero su falta de fútbol a partir de la lesión que lo afectó en el isquiotibial izquierdo le impidió ser la referencia goleadora habitual.
A esa altura, Mac Allister hacía gala auténticamente de una innata jerarquía individual que le permitía ser el ‘croupier’ de un seleccionado que tiene varios postulantes para cumplir esa función.
Más allá de los ingresos de Ojeda y Sanabria, el equipo visitante lejos estuvo de ganar en profundidad ofensiva y pareció conformarse con una decorosa derrota.
Un tiro de esquina ejecutado en forma directa por Messi rozó el travesaño y estuvo cerca de transformarse en una segunda conquista (30m.) que Argentina merecía largamente.
El campeón del mundo continuó insistiendo y Lautaro Martinez, a los 37m., despachó un remate que se fue apenas desviado. Un rato después, a los 42m., González ejecutó un tiro cruzado que se fue rozando el poste de Coronel.
Y sobre los 48m. se dio la situación que todo el estadio esperaba. El árbitro brasileño Claus interpretó una falta de Gustavo Gómez sobre Messi, en la medialuna, y la concurrencia entera empezó a relamerse ante la posibilidad de que el ídolo tuviera su espacio de algarabía. El disparo del hoy estratega del Inter Miami le sacó astillas al palo derecho.
No hubo tiempo para más. La función de la Scaloneta entregó un marcador austero, pero un rendimiento como para aplaudir de pie. El variopinto auditorio de Núñez lo entendió así y despachó una sinfonía de aplausos una vez que el juez pitó el cierre.