Fue una noche negativa desde todo punto de vista para Colón. Producto de errores profundos cayó 2 a 1 frente a un Lanús de transición que acicateado por la mala perfomance sabalera se dió cuenta que podía incomodar a su rival.
Tuvo a su favor en el primer tiempo: dos penales de los cuales convirtió uno (Alan Ruiz) y falló en el otro (Javier Correa), situaciones puntuales para prácticamente asegurar el partido, por parte del rojinegro.
Luego, la expulsión de Fritzler fue determinante para el futuro de Colón en el partido. El técnico Domínguez no supo resolver desde el banco lo que podía resultar positivo para su juego. Debió ingresar un volante que acompañara a Bastia. Sin embargo dejó a Ruiz como ayudante del "Polaco" y esto lo sintió el sabalero. No hubo marca adecuada, Lanús se adueñó del partido y tuvo su mejor momento. Un error grosero del arquero Domínguez y un mal cálculo de Conti hizo que el granate pasará a ganar el cotejo. Fallaron aquellos que casi nunca lo hacen y Colón pagó caro.
La expulsión de García Guerreño en Lanús le dió ciertas ínfulas al rojinegro para buscar el empate. Pero fueron más ganas que fútbol y el final fue irreversible. La búsqueda de la regularidad deberá seguir por parte del técnico y sus jugadores.
En un partido con accidentes y errores Colón dió un paso atrás.