“Ayer hubo un nuevo baño de sangre en nuestro estado. Hombres armados montados en motocicletas atacaron el pueblo de Zurak, en la localidad de Wase”, dijo a EFE Paul Dakete, presidente de la Coalición de Nacionalidades Étnicas de Jóvenes de Plateau.
“Los atacantes dispararon de manera esporádica antes de matar a tiros a 50 personas”, añadió el activista de esta ONG regional.
Durante el asalto, que ocurrió hacia las 18.00 hora local (17.00 GMT) y cuyo motivo no ha sido todavía determinado, no solo muchos vecinos resultaron heridos, sino que los atacantes también quemaron varias casas.
No se ha establecido aún quien perpetró el ataque aunque, según Dakete, se sospecha que fueron pastores de la etnia fulani, principalmente musulmanes, que suelen enfrentarse a comunidades de campesinos, mayoritariamente cristianas, por diferencias sobre el uso de la tierra y los recursos naturales.
El estado de Pleateau se encuentra, precisamente, en la zona que divide el norte mayoritariamente musulmán y el sur mayoritariamente cristiano del país, y durante años ha soportado este tipo de choques además de tensiones étnicas y religiosas.
Asimismo, algunos estados sobre todo del centro y el noreste del país, sufren incesantes ataques de bandidos, como se conocen en el país a los grupos armados que realizan secuestros y robos y a los que las autoridades tildan en ocasiones de “terroristas”.
Los asaltos continúan pese a las repetidas promesas de terminar con la violencia por parte del Gobierno nigeriano, que ha reforzado el despliegue de sus fuerzas de seguridad.
“Pedimos al Gobierno que haga todo lo posible para poner fin a este reinado del terror. Plateau se está desangrando y ahora es el momento de detener todos estos ataques”, aseveró Dakete. (EFE)