— División Noticias LT9
Corría el año 1992 cuando el Gobierno de la Provincia de Santa Fe se interesó en la visita a Buenos Aires de tres representantes del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Árabe. Estos funcionarios llegaron al país en el marco de un gesto de retribución hacia Argentina, ya que durante la Guerra del Golfo iniciada en 1990 y finalizada en 1991, tras el intento fallido de Irak de anexar Kuwait, Carlos Menem resolvió que Argentina forme parte de una coalición internacional liderada por Estados Unidos, aportando dos buques y dos helicópteros.
La época coincidía con el primer mandato de Carlos Reutemann como gobernador y el interés santafesino en tomar contacto directo con un Fondo que no reunía antecedentes de vinculación con Sudamérica, surgía a partir de la escasa o nula flexibilidad que comportaban algunas líneas disponibles en el mercado financiero como las del BIRF, cuyos préstamos de la época implicaban un alto grado de condicionalidad.
En aquel primer encuentro, en el cual la Provincia estuvo representada por un reducido grupo de negociadores encabezado por el ex ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, Santa Fe les expuso a los representantes del ente financiero un programa de obras viales que el Fondo kuwaití rápidamente aprobó. De allí en más el proceso transcurrió con significativa agilidad, ya que durante el período en el cual se iniciaba la vinculación, es decir, a comienzos de la última década del siglo pasado, el santafesino Oscar Lamberto ocupaba la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación. Desde su rol clave, el entonces legislador propició que el Congreso Nacional incorporara en la Ley de Presupuesto de 1993 un aval al convenio alcanzado entre la Provincia de Santa Fe y el organismo extranjero. El contrato respectivo se firmó en 1993 y en diciembre de ese año el Ejecutivo santafesino promulgó la Ley Nº 11082 que autorizaba la toma de deuda por 10 millones de “dinares”, suma equivalente a 39 millones de pesos argentinos, y a idéntica cifra en dólares estadounidenses, debido a la vigencia de la Ley de Convertibilidad que determinaba una relación “1 a 1” para el tipo de cambio de ese momento.
El crédito se hizo efectivo a partir de junio de 1994, con fecha límite de extracción fijada para junio de 1997 y con un plazo de devolución de 16 años, a un interés anual del 5%. Dicho préstamo permitió financiar el 50% de la inversión total que fuera destinada a la ejecución de las siguientes obras de pavimentación, repavimentación o ensanches de rutas: dos tramos de Avenida de Circunvalación de la ciudad de Santa Fe, y Rutas provinciales Nº 64, Nº 14, Nº 91, Nº 39, Nº 70 y Nº 14.
La negociación cerrada por el Estado santafesino significó un hecho inédito para un actor subnacional, especialmente porque entre 1991 y 1994, el BID y el BIRF representaron las dos fuentes crediticias mayoritarias para el conjunto de las provincias argentinas.
Luego de las gestiones de gobierno intercaladas por los justicialistas Carlos Reutemann y Jorge Obeid, el socialista Hermes Binner encabezó una misión en Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. La gira rindió frutos años después, durante el período a cargo de Antonio Bonfatti, para cuando el Fondo Kuwaití para el Desarrollo dio el visto bueno al pedido de financiamiento de una etapa del acueducto Reconquista. El acuerdo de préstamo para el primer desembolso se firmó en marzo de 2014 por un monto de 51 millones de dólares. Luego, a comienzos de 2015, el gobernador Antonio Bonfatti viajó a Viena donde se encuentra la sede de la OPEP, para firmar con el Fondo de la organización un nuevo préstamo para financiar otro tramo del mismo acueducto, por un monto de 50 millones de dólares.
En 2019, último año de gestión de Miguel Lifschitz, el gobierno santafesino firmó el acuerdo con el Fondo de Abu Dhabi, obteniendo un préstamo de 80 millones de dólares para financiar los trabajos de la etapa II del acueducto Desvío Arijón, y en 2020 con la llegada de Omar Perotti al Ejecutivo, se suscribió un nuevo convenio con Kuwait por uncrédito de 50 millones de dólares para iniciar el acueducto Santa Fe-Córdoba.
Posteriormente, en Octubre del año 2023, los gobernadores de ambas provincias, Omar Perotti y Juan Schiaretti, viajaron a Riad para firmar el contrato de un préstamo de 100 millones de dólares, a amortizar en partes iguales, para financiar la continuación de los trabajos. El carácter institucional de la gira vino dada por la inclusión en la delegación de Gisela Scaglia, vicegobernadora en ejercicio desde diciembre de 2023, y de Gonzalo Saglione, ex ministro de Economía de la Provincia en el período 2015-2019, y designado como director de la Agencia de Cooperación Económica y Financiamiento Externo, área incluida a partir del año 2024 en la estructura del ministerio de Economía de la Provincia.
Entre aquel primer préstamo de Kuwait y las líneas activas en la actualidad, Santa Fe fue consolidando una estrategia de financiamiento externo orientada principalmente al crédito directo provisto por fuentes no tradicionales. La orientación hacia dichos Fondos, permitió encarar las obras de grandes acueductos bajo condiciones más ventajosas que las que rigen en torno a otras opciones, como las ofrecidas por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Por otra parte, la recurrente elegibilidad de la Provincia como prestataria por parte de las fuentes crediticias árabes, se sustenta en dos motivos fundamentales: el antecedente de cumplimiento del pago en tiempo y forma de los vencimientos establecidos en el contrato del año 1993, y el adecuado ritmo de ejecución de las obras financiadas por dichos Fondos. Más de tres décadas después, el primer acuerdo cerrado con Kuwait sigue dejando su marca en la gestión financiera internacional de Santa Fe y continúa atrayendo el interés del conjunto de los Fondos árabes por afianzar el vínculo con la Provincia.