En las últimas semanas, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó en septiembre que el Producto Bruto Interno (PBI) cayó 1,7% interanual en el segundo trimestre de 2024 y que acumula una pérdida del 3,4% en el primer semestre del año.
Este dato, volvió a poner en el centro de la escena el debate sobre el estado de la economía argentina y las posibilidades de recuperación en el corto o mediano plazo.
En este escenario, el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, aseguró durante una exposición en la Bolsa de Comercio de Rosario que "estamos empezando a ver signos de recuperación", y en este sentido señaló que "el semáforo -indicador que agrupa varias series estadísticas para mostrar la evolución de la economía mes a mes- que solía ser mayoritariamente rojo, es mayoritariamente verde".
Para profundizar sobre el contexto económico del país, LT9 dialogó en exclusivo con Esteban Guida, economista y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR, quien catalogó de "complejo" el escenario actual.
En esta línea, y a modo de repaso, Guida recordó que "el gobierno asumió con una visión clara, un mensaje contundente, creo que no había dudas, sin embargo al momento de la implementación -como toda posición extrema- se enfrenta con problemas y contradicciones, incluso técnicos".
Seguidamente, el economista explicó que durante estos primeros 10 meses de gestión libertaria es posible evidenciar "marchas y contramarchas, a pesar de que van en una misma dirección, respecto a los inconvenientes que se van generando a partir de implementar un modelo extremo", mientras que en lo que refiere a las medidas necesarias para la ejecución de este modelo, Guida sostuvo que "no hay antecedente a nivel mundial en donde se plantee la destrucción total del Estado y la desregulación total de la economía, con las debilidades estructurales que tiene la economía".
Guida, evidenció la ausencia de un plan concreto por parte de la LLA, "la situación es del día a día, uno va mirando incluso los agentes económicos, bursátiles y lo que vemos es un día a día sin una perspectiva virtuosa de mediano y largo plazo".
Consultado sobre alguna característica "positiva" dentro de las medidas implementadas por el oficialismo, el economista consideró que en base a los resultados electorales "hay una situación que quedó clara, y es que la forma en la que se venía gestionando el Estado no satisfacía políticamente a la sociedad, y esto no refiere simplemente una cuestión de gasto público, sino también a una forma de gestionar el Estado, te diría hasta el propio sistema de representación política".
Sobre este gran título, es posible observar que "la sociedad no quiere más determinadas cosas, después el gobierno le puso la letra chica a esa especie de acuerdo en donde hay un montón de cosas que no estaban claramente dichas. Por ejemplo, esta cuestión de revisar el gasto, de evitar el oportunismo y la corrupción, creo que el Gobierno de alguna manera intenta revisar y poner todo sobre la mesa, eso me parece que es positivo, que discutamos todo".
Sin embargo remarcó la ausencia de una discusión en términos reales y de opciones de mejora, "te pongo el caso que está en la agenda de todo el día, que es la universidad pública, la discusión es que se malgasta el dinero de la universidad pública, el gobierno no está haciendo un esfuerzo porque se gaste bien, no le está dando un rumbo a la universidad porque antes no lo tenía. Básicamente, plantea cerrarla o llevarla a un nivel de letargo en que se transforme no competitiva respecto a la educación privada y me parece que ese no era el punto, o por lo menos no es el punto en que la comunidad en general quiere" planteó.
Finalmente, hizo hincapíe en la positividad del hecho de "rediscutir las cosas, de replantearlas, de lograr el equilibrio fiscal, me parece que es sano, pero para nada hay coincidencias políticas y tampoco es consistente técnicamente el programa económico que lleva Milei para encararlo" indicó.
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