En un primer momento, las autoridades canadienses informaron que se trataba de una escena de una película que se encontraba en grabación pero más tarde debieron rectificarse debido a que no había ningún permiso tramitado para tal cosa. Posteriormente, realizaron las tareas para bajar el vehículo.
El alcalde de la ciudad, John Tory, fastidiado y sorprendido por el hecho, sostuvo que si se trató de una broma, la ley deberá aplicarse para sus autores". (AFP)