Un grupo conformado por 16 ingenieros de varios países ha descubierto una respuesta al misterio de cómo la torre inclinada de Pisa ha logrado mantenerse en pie luego de los múltiples terremotos que sacudieron la región desde que fue construida en agosto de 1173, informa la web oficial de la Universidad de Bristol(Reino Unido).
Con una altura de 58 metros y una inclinación que forma un ángulo de 5 grados –que generan un respectivo desnivel mayor a cinco metros en la zona superior– la construcción resistió, sin presentar daños, al menos cuatro sismos de gran magnitud ocurridos desde el año 1280.
Un histórico rompezabezas
Durante mucho tiempo no hubo nada que explicara este problema de ingeniería. Los especialistas esperaban que la estructura, que difícilmente puede mantenerse en posición vertical, terminara con serias afectaciones o incluso se derrumbara por completo a causa de los terremotos.
Para descifrar esta incógnita, los científicos evaluaron datos sismológicos, geotécnicos y estructurales. Así entonces, pudieron concluir que la conservación de la torre es el resultado del fenómeno conocido como interacción dinámica suelo-estructura(IDSE).
Las características vibratorias de la torre, supeditadas tanto por su elevación y rigidez como por lo blando del terreno en su base, no permiten que la estructura entre en resonancia con la actividad sísmica del suelo.
De esta forma, la torre inclinada de Pisa posee el récord mundial del efecto IDSE. “Irónicamente, el mismo suelo que causa la inestabilidad e inclinación y llevó la torre al borde del colapso es el responsable de ayudar a que la misma sobreviva los eventos sísmicos”, explicó en pocas palabras el ingeniero George Mylonakis, profesor del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Bristol.
Fuente: Grandes Medios