Los ladrones ingresaron por un pasaje y aprovecharon que estaba abierta la puerta principal del complejo habitacional para poder ingresar.
"Estamos con mi hija tomando mate y mi señora me llama por teléfono y dice: ´me golpearon, me golpearon´". El agenciero subió desesperado hasta el departamento familiar y su esposa estaba desesperada tras haber vivido un robo armado en su casa. De acuerdo al relato de Miguel, su hija sin darse cuenta había dejado la puerta principal del edificio entreabierta y "subieron dos tipos, aparentemente otro estaba de campana afuera. Le pidieron el dinero (a su esposa), revolvieron todo y la tiraron al piso".
Los ladrones rompieron la puerta del departamento a patadas. La propietaria fue encañonada con un arma que le colocaron en la cabeza y la obligaron a arrojarse al piso. Le exigían: "dame la plata, dame la plata".
Otro de los hombres pateó la puerta del departamento de la hija de Miguel y revolvieron todo el interior en busca de dinero. Al parecer, no buscaban electrodomésticos.
Un vaso con agua
Ante las amenazas armadas, la esposa de Miguel entró en estado de shock y comenzó a desvanecerse. Su propio marido narró que los ladrones "no la maltrataron, no la golpearon; al contrario le alcanzaron un vaso de agua porque ella se descompensó".
Los ladrones se alzaron con alrededor de 30 mil pesos y amenazaron a la mujer para que no llamara a la policía ni hiciera la denuncia policial. El comerciante lamentó: "quedó mal cerrada una puerta y nos pasó. A todos nos toca". La Brigada de Investigaciones se encuentra a cargo del trabajo de tratar de identificar a los autores.