Pensar en bañarse con agua caliente puede ser para muchos algo habitual. Sin embargo, para muchas personas quizás sea algo más utópico que real. Por ese motivo, la Legislatura de Mendoza reconoció a Ana Giménez Pozzoli (22), una joven estudiante que desarrolló el programa Duchas de Sol, desde el cual crea calefones solares con productos reciclados y los dona a familias que los necesitan.
Ana trabaja junto con su padre, Ángel Giménez, y otros 15 jóvenes que participan como voluntarios en el proyecto, que tiene como fin que muchas familias humildes y de bajos recursos tengan acceso a agua caliente durante todo el año.
Si bien la joven estudia Abogacía, hace más de 7 años que trabaja en voluntariados y poco a poco fue interiorizándose de la situación de miles de familias que no tienen la posibilidad de contar con agua caliente.
La idea original fue de su padre, a quien se le ocurrió en julio de 2017, con la premisa de brindar un servicio básico tratando de fabricarlo con los materiales más económicos posibles y, sobre todo, que se pueda replicar en cualquier parte del mundo.
"El calefón social se arma con dos baldes de pintura y 18 botellas pet de plástico, a las cuales se les coloca una lámina de plástico negro, y todo se sella con silicona. Lo que hacemos es llenar el sistema. El sol incide en las botellas, que al tener la lámina negra calienta más rápido. El agua caliente al ser más liviana se va hacia la superficie del tanque haciendo presión sobre el agua fría hasta completar todo el sistema", comentó Ana.
El sistema permite que el agua alcance diferentes temperaturas dependiendo de la época del año. En verano, por ejemplo, se eleva entre los 45° y 55°, mientras que en invierno el tope máximo se fija entre los 30° y 35°.
"En verano ahorrás un 100% porque no usás energía, mientras que en invierno ahorrás un 50%. Para cualquier familia es importante", agregó la joven.
Premios y reconocimientos
El proyecto denominado Ducha de Sol fue presentado por Ana en España a mediados de 2017 y luego, en ese mismo año, en el concurso nacional Mentes Transformadoras.
En ese último certamen, la joven fue galardonada y obtuvo un premio económico con el que pudo comenzar a replicar los calefones solares en gran cantidad.
Además, hace apenas unas semanas, fue distinguida por la Legislatura de Mendoza junto con otros mendocinos en el programa Jóvenes Protagonistas 2018.
"El reconocimiento en la Legislatura me lo dieron por el premio del año pasado. La verdad es que está bueno, es un empujoncito para darnos cuenta de que quizás es algo que se necesita. Te dan ganas de seguir trabajando por el mismo camino. Me gusta hacer hincapié en que hay muchas problemáticas sociales en el país y que tenemos que ayudarnos entre todos, no esperar mágicas soluciones", agregó Ana.
Trabajo en conjunto
Gran parte de los materiales con los que construyen los calefones son reciclables, y para conseguirlos tienen el apoyo de distintas entidades.
Por ejemplo, los tachos de pintura los obtienen gracias a la Municipalidad de Godoy Cruz, con la que están trabajando en conjunto, ya que los primeros calefones fueron entregados en barrios de esa comuna, y otros pocos los otorga el Instituto Provincial de la Vivienda.
Por otra parte, las botellas plásticas las dona la marca Talca, con todos los envases que no pueden sacar al mercado porque tienen fallas, como por ejemplo que la etiqueta esté cruzada.
"Queremos ver de qué forma lo podemos financiar porque si bien hay materiales reciclables hay otros productos que se tienen que comprar. Además del calefón social hemos creado uno un poco más industrializado y tenemos la idea de ofrecerlo a un costo muy bajo a familias que tal vez necesiten economizar en energía pero no puedan comprar un calefón solar de vidrio", añadió.
Primeras entregas
Desde principios de marzo hasta la fecha llevan instalados 7 calefones solares en el barrio Piedras Blancas, del piedemonte de Godoy Cruz.
"Las familias nos recibieron más que bien y nos dicen que somos la única forma de que a ellos alguien los ayude, porque a ellos no los escuchan, pero a nosotros que somos jóvenes, sí", aseguró la futura abogada.
Como la producción es rápida, ya que armarlo no demora más de 4 o 5 horas y el secado apenas tres días, la idea de Ana y su padre es comenzar a trabajar junto con más municipios.
"La idea es ir a más puntos de la provincia y en un futuro a más provincias, pero necesitamos más apoyo desde la logística, desde lo económico y demás. Nosotros ponemos mano de obra y prototipo", cerró Ana.
Fuente: UNO Mendoza / Gonzalo Conti.