Las cucarachas son quizás los insectos que más asco generan. Llevan 350 millones de años en este planeta y durante las últimas décadas lograron modificar su genética a través de una característica hereditaria que termina generándoles una mayor resistencia a los tóxicos de laboratorio.
En los años 90 se comenzaron a registrar cambios en el comportamiento de las cucarachas domésticas. Los profesionales del control de plagas empezaron a informar de que los insectos ya no caían en los cebos envenenados ya que no se los comían. Finalmente, los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte descubrieron que las cucarachas desarrollaron un cambio químico en su organismo que asegura su supervivencia.
Hongo “argentinense”
Sin embargo, los científicos no se detuvieron y un grupo de investigadoras argentinas hallaron un hongo patógeno sobre poblaciones silvestres de esos insectos. “Pueden servir para formular una alternativa natural y efectiva”, dijo la directora del estudio, Claudia López Lastra, quien agregó que “el patógeno afecta seriamente la salud de esos insectos y fue bautizada Metarhizium argentinense“.
“El hongo podría ser utilizado para crear un producto natural que permita controlar poblaciones de cucarachas de manera efectiva. También permitirá disminuir el uso de insecticidas químicos en los hogares, lo que permitirá disminuir la probabilidad de que desarrollen resistencia”, agregó López Lastra. En el laboratorio, los autores del estudio probaron la virulencia del hongo contra ejemplares de la especie Blatella germánica o cucaracha alemana. Ambas especies forman parte de las plagas urbanas más extendidas en el mundo. Al mismo tiempo, son las más pequeñas de las tres especies de insectos que proliferan en la ciudad de Buenos Aires.
“Uno de los aislamientos del hongo logró matar al 76% de las cucarachas inmaduras expuestas”, indicó Alejandra Gutiérrez. La investigadora es la primera autora del estudio e investigadora del Conicet en el Cepave. Cuando el producto se libera, las esporas toman contacto con los insectos y les causan la misma enfermedad que los mataba naturalmente.
Fuente: Mitre