Kushila Stein permaneció dos noches en el mar sin agua y apenas comida, alimentándose de caramelos y colocó en su cabeza una bolsa de color rojo además de utilizar un cristal para simular un espejo de señal y resultar más visible a barcos cercanos.
Finalmente, Kushila fue rescatada por la Guardia Costera grecia a 101 kilómetros al norte de Creta.
Stein estaba acompañando a otro turista británico en un viaje en yate desde Turquía a Atenas.
Durante esa travesía, Stein decidió acercarse en remo a la isla de Folegrandos, la más pequeña de las Cícladas, según ha relatado su madre a un periódico neozelandés.
Pero en su camino de regreso al yate perdió uno de los remos y fue desplazada mar adentro por los fuertes vientos.
Afortunadamente, como Stein no volvía al yate, el propietario del mismo dio la voz de alarma a las autoridades griegas.
Se activó entonces un dispositivo de búsqueda que incluía al menos seis barcos, un helicóptero y un dron actuático.
La mujer fue traslada al hospital donde recibió tratamiento por deshidratación. Según relataba un periódico neozelandés, cuando Stein toco tierra firme llamó a su madre para darle la noticia. "Aún me queda un caramelo, mamá", le dijo. (EL MUNDO)