En la madrugada de este miércoles, en el vuelo de Qatar Airways QR8155, llegaron a Ezeiza 500 litros de la sustancia activa de la vacuna Sputnik V, componente 2, para su terminación en el Laboratorio Richmond. Esa cantidad permite redondear la producción de unas 800.000 dosis. Durante los próximos días vendrían otros 260 litros y en la semana próxima 600 litros más.
El cálculo es que la Argentina dispondrá de un total de dos millones de dosis 2, tal vez en la segunda quince de agosto. La llave del cronograma la tiene el Instituto Gamaleya, porque de cada partida se separan unas 80 muestras que se envían a Moscú para el control de calidad. En paralelo, una parte de esas muestras se entregan en la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat) para que cuando en Moscú den el visto bueno, ya estén los estudios hecho para que se aprueben en Argentina.
Está claro que la producción de la dosis 2 está atrasada en Rusia. Se aducen varios motivos:
Para descargar parte de la producción, el Instituto Gamaleya hizo acuerdos con laboratorios de distintos países, entre ellos Vietnam, India, Corea del Sur, Irán, Brasil. Nada fue fácil. Se pensaba que India y Corea del Sur iban a solucionar casi todos los problemas, pero no prosperaron por la crisis de la pandemia en India y porque la producción no pudo escalar en Corea del Sur. Lo cierto es que ahora, llegan al Instituto Gamaleya centenares de muestras para controles de calidad y ese proceso se está demorando.
En la Argentina, el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) hicieron el acuerdo con el Laboratorio Richmond, de Marcelo Figueiras. Ya se enviaron muestras de distintas partidas y están terminadas 1.300.000 dosis 1 y 1.050.000 dosis 2. Y, además, está viniendo el principio activo para la producción de otros dos millones de dosis 2.
De todos los controles de calidad, se aprobó uno solo de dosis 1. La versión en Moscú es que la semana próxima, a principios de agosto, se empezarían a aprobar las dosis 2, las que más interesan a la Argentina. Si todo fluyera como corresponde, la totalidad de las partidas del segundo componente deberían estar aprobadas en agosto, con lo que la Argentina cerraría la brecha que se abrió por la demora en el segundo componente. El senador Martín Barrionuevo, que marcó la cancha con sus estadísticas durante la pandemia, calcula que el déficit de dosis 2 será de 1.000.000 al 31 de julio y 4.000.000 al 31 de agosto.
Fuentes del Gobierno confiaron a PáginaI12 que el Instituto Gamaleya y el RDIF van a poner el acento en la terminación de la dosis 2 en Argentina. Para concretar esa movida hay que superar un obstáculo que es la facturación y el pago de impuestos. No es lo mismo el trato país a país que la compra del Estado de vacunas a un laboratorio privado, el Richmond. La empresa de Figueiras debería pagar IVA e Ingresos Brutos, lo cual encarecería la vacuna. El obstáculo se saldaría con una adenda a la ley de vacunas que Alberto Fernández va a mandar al Congreso y que exime de pagar impuestos, durante la pandemia, a todos los que producen vacunas.
De modo que en el horizonte se ven ahora los tres caminos para superar las faltantes de dosis 2 de Sputnik V.
Con estas alternativas, parece evidente que más tarde que temprano se cerrará la brecha de dosis 2 faltantes. La ministra Vizzotti ya ha dicho que se van a completar todas las vacunaciones. También la funcionario ratificó algo que hoy se sabe en el mundo de los inmunólogos: la Sputnik V, dosis 1, da una enorme protección, incluso mayor a todas las vacunas de monodosis y mayor a la de dos dosis de varias vacunas.