En Amazon Go la única “obligación” es tener la aplicación de Amazon en el teléfono y pasarla por unos escáneres antes de ingresar. Una vez dentro, los compradores simplemente van poniendo lo que necesiten en su bolsa y al salir de la tienda, todo lo que “compren” se cargará en su cuenta de Amazon.
La pregunta del millón es cómo sucede la magia. Según cuentan en ReCode, todo se hace mediante un complejo sistema de cámaras, sensores e inteligencia artificial que enlaza a una persona con el teléfono que escanea a la entrada. Cuando el usuario saca un objeto del mostrador, el sistema lo detecta y lo pone en la lista de compras y si ese objeto se devuelve a su lugar de origen, se elimina de la lista.
¿Se puede engañar al sistema?
Un periodista del New York Times que estuvo de visita en la tienda intentó hacerlo (con el permiso de Amazon). Para ello, escondió un pack de latas de bebida bajo su manga pero al salir, igual se lo cobraron porque las cámaras detectaron el objeto.
Eventualmente, el sistema fallará. Y cuando la gente llene la tienda es probable que aparezcan historias varias sobre productos cobrados de menos o de más. Pero por ahora, Amazon parece estar seguro de que la tecnología es confiable y funcional como para abrir su tienda al público.
La compañía dice por ahora no tener planes de abrir más tiendas o licenciar su tecnología para que otras tiendas puedan usarla. Pero no cabe duda de que si este experimento resulta exitoso, se irá expandiendo lentamente por otras ciudades porque todos tienen un teléfono y quien no detesta hacer filas en un supermercados.
Fuente: TLB.social.