En la sesión de este jueves de la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe, no se trató el proyecto presentado por la diputada Paola Bravo para expulsar a Amalia Granata, por sus dichos respecto al atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Por falta de consenso político, y luego de unas disculpas sin sentido en un programa televisivo de chimentos, la mayoría de los diputados y diputadas que integran el Partido Socialista, la UCR y el PRO archivó el pedido del Frente de Todos, y estuvieron de acuerdo en no profundizar el tema", sostuvo Paola Bravo.
“Esta semana, lejos de reflexionar o de arrepentirse de algo, la legisladora subió la apuesta, hablando de amantes y chanchurrios. Entonces, creo que la política debe poner un límite. Primero, porque si bien todos tenemos el derecho a la libertad de expresión, un funcionario público, un legislador, tiene una responsabilidad con sus hechos y sus palabras.”, expresó la integrante del bloque Lealtad Kirchnerista.
“Las palabras tienen un significado simbólico que no podemos dejar pasar así nomás. Debemos respetar esto porque lo juramos antes de asumir en una banca, ante la Constitución, donde claramente se habla de procurar el orden democrático”, contnuó, para agregar luego: "Todos los legisladores deben entender cómo se resuelven los hechos en la Legislatura; si no, cae la figura de la institucionalidad y de la república” sostuvo la diputada venadense.
“Lo que se pedía era que cada uno se haga responsable de sus actos y sus palabras como funcionarios. La falta de consenso, la falta del esfuerzo para poner límites a estas situaciones, hablan claramente de una especulación política para el 2023. Hoy podemos decir que se consolidó el frente de frentes” sintetizo la diputada Bravo.