Desde la principal cámara empresarial del sector afirmaron que la caída de los subsidios, sumada a una reducción significativa en la demanda y la competencia de los servicios aéreos que sí están subsidiados, anularon la rentabilidad de la actividad. Señalaron que están pagando sueldos en cuotas y hay serios inconvenientes para cumplir con el aguinaldo, lo que provocó advertencias desde el sindicato de los choferes. Argumentan que la caída en la venta de pasajes obliga a adoptar medidas que permitan “regular la oferta a la demanda”, como consolidar varios servicios en uno solo.
"No debiera una modalidad de transporte reemplazar a otra, debe ser complementaria. En los últimos años hay una retracción de los usuarios y ahora aparece esta otra modalidad con fuertes subsidios y nos ponen en plano de desventaja con lo cual estamos haciendo un crack", dijo Mario Verdaguer, presidente de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), entidad que nuclea a la mayoría de las compañías de ómnibus interjurisdiccionales de país.
"Nosotros queremos reglas claras e igualitarias, el cúmulo del subsidio es insignificante, estamos prestando el servicio con mucha dificultad, hay empresas que están paradas, estábamos en 55 millones de pasajeros en 2010 y ahora estamos en los 36 millones, algunos no viajan por la crisis, y otros usan el transporte aéreo, hay una disminución de casi el 50% y va a ser más porque las Low cost todavía no desembarcaron. Están prendidas las luces de alarma, pero las soluciones no llegan", aseguró Verdaguer.