Goya, Corrientes -enviada especial-. Fueron 100 minutos de rumores, corridas y especulaciones. La salida de Laudelina Peña, la tía de Loan Danilo Peña, de su casa de la localidad correntina de 9 de Julio, junto a su hija y a su abogado en un auto gris, disparó un sinnúmero de sospechas en el anochecer de este viernes en el marco de la causa donde se investiga la desaparición del nene de 5 años ocurrida en el paraje rural Algarrobal el 13 de junio pasado.

Sin embargo, poco antes de las 22 todas las dudas sobre hacia dónde iba se fueron disipando hasta quedar en un simple traslado hacia otro destino que no fue la fiscalía ni la comisaría, como se especulaba.

Atrás había quedado la noticia que se había conocido apenas antes minutos antes de que Laudelina saliera de su casa con rumbo desconocido: la jueza Cristina Pozzer Penzo, a cargo del caso Loan, corrió a la Policía de Corrientes de la investigación.

En un escueto comunicado, se informó que, por decisión de la magistrada federal de Goya, este viernes se decidió apartar a la policía correntina de la investigación, algo que por lo bajo algunos aseguraban que debía haberse hecho no bien se detuvo al comisario Walter Maciel por entorpecimiento de la investigación.

En su requerimiento, Pozzer Penzo instó al jefe de la Unidad Regional de Goya a que “sirva disponer el cese de tareas investigativas del personal a su cargo que pudieran estar desarrollándose en torno al hecho de la presunta desaparición del menor Loan Peña”.

Así, de aquí en más, solo intervendrán fuerzas federales: Prefectura se encargará de las cuestiones logísticas, Gendarmería hará las operaciones necesarias en el campo y la Policía Federal tendrá a cargo la investigación.

Justamente, la Prefectura fue la encargada este viernes al mediodía de trasladar a la Fiscalía Federal de Goya, a cargo de Mariano de Guzmán, a José y Alfredo, los dos hermanos de Loan que no habían testificado en la causa desde que pasó al fuero federal. Estuvieron cinco horas y cuarto contando su versión y dando pormenores de su familia. El día anterior, sí habían declarado María y José, los papás del nene de 5 años del que nada se sabe desde hace medio mes; junto a otros de sus tres hijos.

Mientras los dos hermanos contaban también ante la gente de la Protex su versión de los hechos, se conoció una imagen de ese triste día en que Loan se esfumó tras almorzar en la casa de su abuela Catalina junto a su padre, varios niños de la familia, su prima Camila, su tía Laudelina y cinco de los seis detenidos acusados de trata: el capitán de Navío Carlos Pérez y su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava; el tío Antonio Benítez, y la pareja integrada por Mónica del Carmen Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez.

En esa foto, se ve a Laudelina junto a Millapi y en el fondo lo que serían los niños que iban rumbo al naranjal antes de que Loan desapareciera. No se distingue si estaba el hijo de María y José en esa imagen que capturó Camila, prima del nene que se esfumó ante la presencia de varios adultos y chicos y al que siguen buscando con diversos trabajos de campo en la zona del paraje rural Algarrobal.

Incluso, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires fue convocado para sumarse a los trabajos con personal y recursos técnicos. El foco es una zona que todavía no fue rastrillada con drones, sí revisada con escaso a pie.

Justamente, en paralelo la Fiscalía de Instrucción del Distrito Nº1 de Córdoba, Turno 3, a cargo de José Mana, investiga si Loan podría estar en la capital de la provincia luego de que una vecina denunció que el 26 de junio pasado, alrededor de las 17, vio a un niño de la edad y con las características físicas similares a las del niño desaparecido en la puerta del dispensario del barrio Obispo Angelelli. Buscan “corroborar o descartar esta información”.

Lo cierto es que los celulares secuestrados en el marco de la causa ya están en Buenos Aires. Son 20 aparatos incautados a los detenidos y a la familia del menor que serán analizados en las próximas horas en un laboratorio de la PFA. Además, se requirió que se forme una segunda copia del trabajo para ser enviada al CICAT, el Centro de Investigaciones del Ciberdelito de Alta Tecnología del Ministerio de Seguridad de la Nación, para un cruce de datos.