El Mundial de fútbol depara los debates más intensos en todas las lineas de discusión y da por tierra con las cátedras más acendradas y que aparecen como poco discutibles.

Ejemplo de ello son los resultados obtenidos por los supuestos grandes candidatos a ganar el torneo. España no jugó mal, pero termino empatando y le hicieron tres goles. Alemania tuvo un discreto primer tiempo y una segunda etapa sin claridad y fue sorprendido por Méjico que lo derrotó 1 a 0. Brasil parecía tener todo controlado con un gol tempranero, pero Suiza le hizo ver una realidad que no estaba en sus planes y le empató con autoridad. Quizás, el único de primera línea que cumplió fue Francia que derrotó 2 a 1 a Australia, pero no sin pasar por momentos complicados y sin mostrar el poderío que suponemos tienen los galos.

Podemos agregar a Uruguay, dentro de los que cumplieron con el objetivo, pero también debemos recalcar que lo logró en el último suspiro con un cabezazo salvador del defensor Giménez para vencer al ordenado pero modesto Egipto de Cúper.

Y nuestra selección, que siempre repercute con más fuerza de la que tiene por tener a Messi, encontró un escollo insalvable en la debutante en mundiales, la selección de Islandia.

Esto marca indudablemente que salvo algunas excepciones, todas aquellas selecciones que en otros tiempos siempre respaldaban la lógica de la derrota, hoy tienen elementos a favor que lo ubican en una situación más favorable con respecto a los favoritos.

Y eso repercute en resultados que rebaten lo que a priori se da como seguro: la victoria de los grandes.

De todas maneras, sigo pensando dentro de mi análisis, que del grupo de los equipos más poderosos saldrán los finalistas de este torneo. Cómo ha ocurrido históricamente.

Habrá, con seguridad, grandes que fracasen y algún conjunto de segunda línea que sorprenda. Pero me arriesgo a pronosticar (no me gusta adivinar, de todas maneras) que la final está reservada para dos candidatos.

Pero, para ello, esos candidatos deberán sortear dificultades que le presentan rivales de menor valía, pero que aplican métodos eficaces para contrarrestar la diferencia existente.

Alemania, Brasil, España, Francia, y por qué no Argentina tienen cualidades superiores en lo futbolistico. Pero bueno es que deban extremar recursos para hacerlas valer. Y de que tienen que mostrar todo su caudal para llegar, no quedan dudas.