El jefe del Cuerpo Médico del Poder Judicial santafesino, Pascual Pimpinella, confirmó que Diego Román, el chico de 12 años que apareció asesinado en la localidad de Recreo, fue torturado antes de perder la vida.
Diego fue asesinado entre la madrugada y la tarde del jueves 4 de julio y hallado a las 22.20 del mismo día en un descampado de la zona rural de Recreo, vecina a la capital provincial. El crimen del chico es un misterio. El cuerpo fue hallado por familiares dos días después de que su padre denunciara en la policía que había ido a la escuela y no había vuelto a su casa.
En las últimas horas se conoció el resultado preliminar de la autopsia que llevó adelante el cuerpo de médicos legistas de Santa Fe. El cadáver presentaba lesiones punzocortantes que son compatibles con un intento de descuartizamiento, además de 30 puñaladas en distintas parte del cuerpo y le había cercenado los genitales.
Se observaron cortes en las coyunturas de las piernas y los brazos que, según los investigadores, habrían sido realizados para separar las extremidades. Los primeros indicios hacen presumir que el niño fue asesinado en otro lugar y luego trasladado al descampado.
Pimpinella dijo que las marcas de las heridas que fueron observadas en el cadáver durante la autopsia revelaron que hubo castigo físico violento contra el menor. Tiene heridas de arma blanca en todo el cuerpo y algunos cortes que son compatibles con el intento de descuartizamiento al que fue sometido el cadáver, como el cercenamiento de los genitales.
Al ser consultado sobre si fue asesinado con uno o varios objetos, el especialista respondió que es difícil determinarlo porque hay heridas de distintas características y que "están combinadas y superpuestas unas con otras".
La hermana de la víctima, Juliana, aseguró que el pequeño abandonó su casa porque era víctima de violencia. "Mi hermano se escapó por culpa de mi papá y la mujer porque ellos le pegaban y lo maltrataban. Yo viví con ellos, sé lo que es que te maltraten y te peguen", comentó la adolescente de 16 años.
"Me fui de esa casa, no quise vivir más con ellos", contó Juliana. "Diego les contó a sus amigos que le pegaban, y ellos me contaron a mí. El se llevó ropa antes de ir a jugar a la pelota porque ella lo corrió de la casa". Sus denuncias fueron negadas de plano por el padre y su actual pareja.
El domingo hubo una marcha de vecinos de Recreo. Partió de la Escuela Nº 1338 Com Caia al que asistía el pequeño asesinado hacia el lugar donde fue hallado.
Fuente: La Capital