Un hombre de 41 años cuyas iniciales son NDP fue condenado a nueve años de prisión por haber vulnerado la integridad sexual de su propio hijo menor de edad en la ciudad de Santa Fe. Así lo dispuso el juez Leandro Lazzarini en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que tuvo lugar en los tribunales de la capital provincial.

La investigación estuvo a cargo de la fiscal Alejandra Del Río Ayala. “El padre de la víctima reconoció su responsabilidad penal como autor de los delitos que le endilgamos”, informó la funcionaria del MPA.

Violencia

Del Río Ayala señaló que “el condenado llevó a cabo su conducta delictiva en la vivienda en la que residía y a donde solía recibir la visita de su hijo”. Al respecto, precisó que “los ilícitos sucedieron entre 2016 y 2019, cuando la víctima transitó los primeros años de la escuela primaria”.

Relató que “en al menos una oportunidad, el condenado abusó sexualmente del niño y luego lo amenazó con un arma de fuego para evitar que hablara con otras personas sobre lo ocurrido”. También precisó que “lo intimidó diciéndole que iba a matar a otros integrantes de la familia”.

“En el marco de la investigación, quien fue abusado relató en cámara Gesell situaciones de violencia física, psicológica y sexual a las que lo sometió su padre”, remarcó la funcionaria del MPA. En tal sentido, manifestó que “los hechos delictivos tuvieron entidad suficiente para adelantar el libre y progresivo desarrollo de la sexualidad de la víctima”.

Abreviado

“Al condenado se le atribuyó la autoría de abuso sexual con acceso carnal y de promoción a la corrupción de menores, ambos delitos calificados por el vínculo y por la guarda”, detalló Del Río Ayala.

Por su parte, “la Defensa aceptó la calificación penal que propusimos, la pena a nueve años de prisión y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio”, afirmó la fiscal. A su vez, “la madre de la víctima fue notificada y brindó su conformidad con lo resuelto”, indicó.

En relación a la identidad del hombre de 41 años, aclaró que “no se brinda el nombre completo para evitar la revictimización de la persona menor de edad que sufrió los abusos, ya que tiene el mismo apellido que el condenado”.