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Opinión

Las cien y una formas de hacer radio

Al desandar el camino iniciado por los “Locos de la azotea” en 1920, la historia de la radiodifusión argentina deja ver con las radios comunitarias, una multiplicidad de experiencias que reivindican la voz propia para abordar realidades en primera persona.

— Mariano Colombo

JUEVES 26 DE AGOSTO DE 2021

Borges propuso que Las mil y una noches es uno de los títulos “más hermosos del mundo”. Lo que lo conmovía, era que “decir mil noches era decir infinitas noches, y decir mil y una noches es agregar una al infinito”.

Debemos conceder que no asistimos al 1001º aniversario de la radio sino al 101º, y que para lograr una adaptación pura del título deberíamos esperar 900 años; pero sospecho que no encontraríamos muchos lectores dispuestos a disfrutar de la analogía.

De cualquier forma, la contribución borgeana eleva la valoración sobre el recorrido temporal de la radio que nos brinda un año más después de un siglo;  teniendo en la comunicación comunitaria una forma más de construir el mensaje radial, más allá de  cien modos conocidos.

El surgimiento de las radios comunitarias pioneras y sus motivaciones

En América Latina, el abordaje del funcionamiento de las radios comunitarias y sus implicancias sociales y políticas encuentra sus raíces en la década del 70 del siglo pasado.

Autores como Francisco Gutiérrez, Mario Kaplún, Rosa María Alfaro, Regina Festa, Daniel Prieto Castillo, entre otros, ya planteaban su postura crítica hacia los medios masivos de comunicación, sugiriendo la necesidad de establecer alternativas inclusivas para sectores acallados.

En ese marco, en los estudios sobre comunicación aparecen términos como popular, alternativa o comunitaria, todos conceptos con una significación y objetivo comunes: proyectar la utilización de medios con intenciones distintas del lucro y el rating.

Los siguientes son algunos antecedentes destacados de radios comunitarias pioneras:

- “La Colifata”, con comienzos en talleres de radio en el Hospital neuropsiquiátrico José T.Borda en 1986.

- FM “Reconquista” que emite desde 1988 en José León Suárez, provincia de Buenos Aires.

- FM “Alas” que funciona desde 1987 en El Bolsón, Río Negro.

- Radio “Comunidad Enrique Angelelli” transmitiendo en Neuquén capital desde 1987.

- FM “Sur” de la ciudad de Córdoba, emisora instalada en 1988.

- Radio “Encuentro”, fundada en 1989 en Viedma, Río Negro.

- FM “La tribu” en la ciudad de Buenos Aires desde 1989.

- FM “En tránsito”, de Morón, provincia de Buenos Aires, con transmisiones   inaugurales realizadas durante el año 1987.

- FM “El bulo de Merlín”, desde 1988 en Olivos., autodenominada “Primera radio libre”.

- “La Villa 21” desde 1989 con alcance a los barrios Parque Patricios y Barracas en la ciudad de Buenos Aires.

- “Radio Recreo”, desde 1989, llevada adelante por la escuela 18 de Avellaneda (Provincia de Buenos Aires).

- FM “Popular”,  que comenzó a transmitir el 1º de mayo de 1989 en la ciudad de Santa Fe bajo la iniciativa del servicio de educación popular.

Al rescatar ejemplos concretos de los comienzos de la radio comunitaria, también se debe tener en cuenta que nos remitimos a una época durante la cual regía la vieja normativa de radiodifusión del año 1980, que no autorizaba a entidades intermedias o comunidades el acceso al permiso para emitir.

Si hoy ponemos atención a la generalizada utilización de la palabra “truchas” con que los medios dominantes reaccionaron ante la proliferación de otras formas de  comunicación, nos enfrentamos a la paradoja de interpretar en el término su carga despectiva y su pretendida connotación cuasi delictiva, frente a las exigencias de un decreto-ley redactado y reglamentado durante un gobierno dictatorial.

La función perenne de la radio comunitaria

Muchos de aquellos emprendimientos seminales subsisten y traspasaron tanto de siglo como de la era analógica a la digital, aprendiendo a convivir con las redes sociales bajo la premisa de consolidar los lazos de la comunidad y su identidad, reconociendo derechos y definiendo demandas.

La producción del mensaje se sigue realizando estando cerca de las necesidades reales, y la comunicación comunitaria se despliega y se hace eficiente a partir de la participación.

El aprendizaje que consiguen estas estrategias comunicacionales, hace más eficiente la incorporación de contenidos que quedan excluidos de los medios tradicionales. Por ejemplo, al inaugurarse en 2014 la FM mocoví de la localidad santafesina de Colonia Dolores, César Coria expresaba satisfecho que “la radio era un viejo sueño. No teníamos muchos espacios. La idea nace por querer tener nuestra propia voz”.

Ya son cien años y uno de radio en Argentina, y asimismo,  son cien formas y una las de llevarla adelante. En este nuevo aniversario, la radio comunitaria sigue representando un vehículo insustituible en el proceso de constante construcción de los lazos sociales.

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