Este 29 de julio se cumplen 56 años de la Noche de los bastones largos, al conmemorarse un nuevo aniversario de la salvaje represión que sufrieron docentes, científicos y estudiantes de las universidades públicas por parte de la dictadura cívico militar de Juan Carlos Onganía.
Al respecto, la historiadora Natalia Vega contó cómo se vivió en Santa Fe esta singular jornada: "Acá no ocurrió el acontecimiento puntual. Cuando hablamos de la Noche de los bastones largos es la toma de las facultades por parte del estudiantado de la Universidad de Buenos Aires en repudio a la intervención de las universidades nacionales, y la posterior represión".
"En Santa Fe no hubo una ocupación ese mismo día de las facultades y los edificios universitarios, por tanto la represión no se dio. Sí se dieron las intervenciones: la UNL y la UTN fueron intervenidas. Esto suponía la derogación de la autonomía universitaria, lo que hacía que las autoridades de las casas de estudios solo tenían a su cargo las actividades administrativas, con el Ministerio de Educación como máxima autoridad", explicó.
La Noche de los Bastones Largos fue el desalojo por parte de la Dirección General de Orden Urbano de la Policía Federal Argentina, el 29 de julio de 1966, de cinco facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ocupadas por estudiantes, profesores y graduados, que se oponían a la decisión del gobierno de facto de intervenir las casas de altos estudios.
Lo que sí sucedió en la capital provincial fue que las propias autoridades, el 30 y 31 de julio, no aceptan ser funcionarios de la dictadura: "No confirman el acatamiento y quedaron fuera de las direcciones. Luego hubo una serie de declaraciones públicas en repudio de los docentes. Y el estudiantado unos días después sacan su primer repudio. A partir de allí comienza su escalada. Las universidades estuvieron cerradas el 1° de agosto como medida represiva para los funcionarios que no aceptaron la intervención".
"El 16 de agosto hubo un paro estudiantil en la Regional Santa Fe de la UTN, cuyas autoridades paradójicamente no habían sido destituidas porque el vicedecano acató las condiciones de la dictadura. Sin embargo el estudiantado repudió. Y en la UNL, el 21 de agosto pusieron una bomba de alqutrán en el estudio jurídico de Guasavino, que era el que asumía al día siguiente como decano de Derecho. Por eso en al asunción hubo una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad", recordó.
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