— Juan José Storti
Este sábado 3 de junio se realizará por octava vez la marcha del Ni Una Menos, una consigna que nació al partir del asesinato de Chiara, y que se fue convirtiendo en un movimiento cada vez más grande que instaló en la agenda la necesidad de crear políticas de Estado que atiendan con exclusividad esta problemática, la más cruenta de las violencias contra las mujeres por razones de género.
Chiara, de 14 años y embarazada de dos meses, fue asesinada y luego enterrada en la casa de los abuelos de su novio Marcelo Mansilla, de 16, hoy condenado a 21 años de prisión.
La primera marcha fue impulsada por este caso santafesino que después tomó relevancia mundial: la desaparición y luego el hallazgo del cuerpo de la joven, los días 9 y 10 de mayo de 2015, habían movilizado ya a los 20.000 habitantes que por entonces tenía la ciudad de Rufino, ubicada en el extremo sur provincial.
Y desde el hallazgo aquel 10 mayo, hasta el 3 de junio de 2015, las organizaciones de mujeres de los más diversos sectores políticos, junto a amigos y familiares de víctimas realizaron una de las movilizaciones más grandes de la historia argentina: unas 250 mil personas desbordaron la Plaza de los Dos Congresos en Buenos Aires, con réplicas en por lo menos 80 ciudades de todo el territorio argentino, bajo la consigna principal de NI UNA MENOS.
En la ciudad de Santa Fe el epicentro, como el de cada reclamo popular, fue la Plaza 25 de Mayo, frente a la Casa Gris, donde “Referentes y militantes, organizaciones sociales y partidarias, vecinos, políticos, gremialistas, candidatos, funcionarios judiciales, provinciales y municipales, le pusieron el cuerpo a la imperiosa necesidad de frenar la violencia machista y los femicidios”, según las crónicas de la época.
El crimen de Chiara fue el último de una serie de asesinatos que hicieron que explotara el término FEMICIDIO en la primera plana de los medios de comunicación, pero esta vez como la expresión de una problemática sistémica y compleja que en el código penal estaba incluida desde el 2012.
En el AudioInforme la abogada Paula Condrac explica el concepto jurídico de femicidio y los países/regiones donde está tipificado como tal. También la conceptualización de transfemicidios.
Para tomar dimensión de la problemática de los femicidios presentamos una serie de datos
A nivel macro, según un informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal, en 2021 se habían registrado más de 4000 feminicidios en toda la región, y el número se mantuvo en torno a esa cifra en 2022.
Estos datos forman parte de un relevamiento de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia.
En Argentina, durante el 2022 hubo un total de 242 asesinatos por razones de género, es decir, 22 femicidios por mes –uno cada 36 horas es el promedio-, según el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación (OFDPN), que releva casaos de femicidios, transfemicidios, femicidios vinculados y suicidios feminicidas cometidos en Argentina.
De esos 242 asesinatos en contextos de violencia de género, 36 tuvieron lugar en la provincia de Santa Fe, que se posicionó segunda detrás de Buenos Aires Provincia con 86 femicidios. Luego le siguen Córdoba (23) y Mendoza (12).
Si tomamos una serie histórica de los últimos años de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación –que estuvo a cargo de Elena Highton de Nolasco mientras fue vicepresidenta de la Corte, actualmente integrada solo por varones-, tenemos que
• en 2014 hubo 225 femicidios;
• en 2015 hubo 235;
• en 2016 fueron 254;
• en 2017 fueron otras 251 víctimas de asesinatos en contexto de violencia de género,
• en 2018 unas 255;
• en 2019 otras 252;
• mientras que en el 2020 –año de la pandemia- fueron 251 víctimas de femicidios.
• En el 2021 fueron otros 251 los femicidios.
• Y en 2022 habíamos dicho que fueron 242.
La secuencia muestra que, si bien hay algunas bajas en los crímenes en contextos de violencia de género, la tendencia se mantiene con poca o nula variación.
Otro dato estremecedor que se conoce con el rótulo de “víctimas colaterales”, el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo destaca que unos 200 niños, niñas y adolescentes quedaron sin madre a causa de los femicidios, y que 6 mujeres estaban cursando el embarazo cuando fueron asesinadas.
Solo un tercio de los femicidios registrados el año pasado (el 34%) no tuvieron víctimas colaterales.
En plataformas
Existe un cortometraje que ayuda a reflexionar sobre la violencia de género, que data del año 1995, y pertenece a la cineasta Lucrecia Martel.
Cuenta una historia transcurre en Rey Muerto, un pueblo ficticio del norte argentino, donde una mujer busca escapar junto a sus hijos de su marido violento.
El corto está disponible en Cine.Ar, que es una plataforma de contenido audiovisual nacional gratuito que solo requiere la creación de un perfil.
Además, se la puede ver en Youtube.
En canciones
Escuchamos durante todo el micro la canción Antipatriarca, de la artista chilena Ana Tijoux, que pertenece al disco Vengo del año 2014.
Y nos despedimos con Paren de Matarnos, de Miss Bolivia, del álbum Pantera que vio la luz en 2017 y que sintetiza un poco todo lo que estuvimos contando.
El audioinforme