Colón logró una victoria que le da un respiro luego de dos derrotas consecutivas y una semana convulsionada por lo ocurrido en el encuentro con Vélez.
El triunfo lo posiciona en un lugar expectante nuevamente para clasificar a la Copa Sudamericana y lo ubica potencialmente más arriba por el partido que tiene pendiente. Pero tendrá que seguir ensayando para ser un equipo más confiable y regular.
Frente a Chacarita impuso su mayor envergadura futbolística y con eso le alcanzó para ganar bien y sin demasiados sobresaltos.
Aprovecho la confusión y presión del rival por su situación frente al descenso y construyó un resultado favorable, aplicando la superioridad manifiesta que existe sobre el condenado "funebrero".
Debía hacerlo y lo hizo. Debía marcarla y la marco. Porque muchas veces se presentan estas oportunidades y no son aprovechadas. Lo positivo fue que resolvió situaciones favorables y se tranquilizó con los dos goles en el primer tiempo.
Si hubiese estado más fino en el último pase o en el último remate al arco pudo haber goleado. Y no habria estado mal. Acierto del técnico en colocar a Estigarribia junto a Fritzler y de haberlo acompañado a Correa con Chancalay más adelantado. Conti y Ortiz volvieron a ser impasables y Fritzler como casi siempre fue fundamental para ordenar el medio.
Con esto y algo más le alcanzó para doblegar al débil rival. Está claro que frente a conjuntos más firmes deberá mostrar más recursos. Pero eso es otra historia que tendrá que resolver con más regularidad. Algo que sigue siendo una deuda.
Mientras aguarda saber cuándo, como y donde jugará ante Vélez lo que resta y conocer la sanción del Tribunal Disciplinario, tomo un poco de aire y tuvo un respiro aliviador.