El episodio tan confuso como delirante ocurrió en Mónaco y tiene que ver con el basquetbolista estadounidense D. J. Cooper, del AS Monaco Basket de la liga francesa.
Resulta que en 2018, el atleta fue a hacer el doping correspondiente después de un partido y el resultado de los análisis indicó que el estaba embarazado. ¿Cómo es eso? Los médicos encontraron gHC en su orina, que es una hormona que produce la placenta y señala que la persona está esperando un hijo.
El basquetbolista fue suspendido hasta junio de 2020, ya que todo el tema se trató de una farsa.
Cooper entregó una orina que no era suya y, al parecer, no se dio cuenta que le estaba dando a los médicos la de una mujer que estaba esperando un hijo.
Periodistas que siguieron el caso dieron a entender que se trató de la orina de su mujer y que ninguno de los dos se dio cuenta de que había un bebé en camino. ¡Increíble!
Fuente: Contexto Tucumán