Arraigada desde siempre entre las costumbres nacionales, hace años que la tradición del mate trascendió las fronteras domésticas. Ya sea por la presencia de argentinos en el exterior o por una mayor tendencia global hacia las bebidas naturales, las ventas de yerba mate alcanzaron su pico histórico en 2018 y continúan en una curva ascendente.
En este marco, emprendedores santafesinos le buscaron la vuelta y diseñaron un dispositivo autocebante con el que apuntan a conquistar a consumidores de todo el mundo.
Convencidos que el ritual de la calabaza y la bombilla no es compatible con el ritmo de la vida moderna -al menos, para aquellos que no lo mamaron desde chicos-, dedicaron 5.000 horas para pensar un producto que pueda venderse en los cinco continentes.
Así nació MateCaps, que es básicamente una botella con un sistema autocebante que permite ingresar tanto yerba a granel como la posibilidad de colocar cápsulas de blends de diversas variedades.
Lo distintivo del producto frente a otros que podrían ser considerados similares (por ejemplo, el mate listo) versa sobre dos aspectos: la aplicación de un filtro que humecta uniformemente la yerba y su materialidad.
"Trabajamos para asegurar una larga vida útil y materiales 100% reciclables. El cuerpo de la botella es de tritan, que es un plástico con la resistencia del acero, ideal para el consumo de infusiones porque no se impregna el sabor. Es una novedad global", contó Marcos Stubrin, líder del proyecto, que integran mayormente estudiantes de ingeniería industrial de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
La idea surgió hace poco más de dos años cuando en el marco de un intercambio con amigos alemanes, le comentaron que allí tomaban mate, pero en formato de gaseosas energizantes naturales. Fue entonces cuando tomaron conciencia que había un mercado global para el denominado "oro verde", pero era necesario pensarlo en clave diferente.
"Ese ida y vuelta fue el desencadenante de esta búsqueda creativa, de cómo adaptar el consumo de mate tradicional a un consumidor global que por ahí no está empapado de nuestra tradición y cultura", relató el emprendedor, que a través de una inversión de 125.000 dólares buscará la fabricación de las primeras 5.000 unidades, que serán comercializadas en Argentina.
Al menos para el primer lote, la fabricación se realizará en China ("una cuestión de competitividad y componentes de la botella", dijo Stubrin) y la comercialización se realizará vía redes sociales y canales digitales como el sitio web oficial matecaps.com.
Los emprendedores buscarán cautivar a los clientes también por el lado ecológico. La producción de la cápsula emplea materiales biodegradables compuestos por almidón de maíz y aceites vegetales. Una vez finalizada su vida útil, el dispositivo se vierte en la cesta de desechos orgánicos. El sorbete metálico, en tanto, fomenta la transición de sorbete plástico descartable a sorbete metálico permanente. El packaging seleccionado para la venta y presentación del producto es una lata cilíndrica la cual se reutiliza como yerbera. El packaging seleccionado para el transporte diario es un estuche de TYVEK, un plástico irrompible y ecológico de muy alta vida útil.
La iniciativa de los emprendedores santafesinos también incluye la venta de cápsulas de mezclas de diversas variedades (por ejemplo, yerba mate orgánica con especias como jengibre o menta). "Hay un mercado que aquí tal vez no se conoce pero que afuera está muy madurado", planteó Stubrin.
Los titulares de MateCaps administran asimismo la comunidad virtual más grande de consumidores de yerba mate en Alemania, al tiempo que aseguran tener identificados otros 100.000 aficionados a la bebida en Europa y Asia. Hacia allí apuntan todos los cañones.
Fuente: El Once