Los habitantes de Kiribati y Samoa, naciones insulares situadas en el Pacífico sur, fueron los primeros en recibir el Año Nuevo 2020, luego vino Nueva Zelanda.
Estos archipiélagos tropicales, con una población combinada de algo más de 300 mil habitantes, saludaron el Año Nuevo a las 10:00 GMT y entraron así en el 1 de enero.
Los siguientes en recibir el 2020 son los habitantes de la isla neozelandesa de Chatham, situada unos 680 kilómetros al sureste de las principales islas de ese país.
Australia, que recibe el Año Nuevo a las 13:00 GMT en gran parte del país, canceló los espectáculos pirotécnicos en la capital y otras ciudades debido a los incendios forestales que arden principalmente en el sureste.
Al menos doce personas han muerto y más de 3 millones de hectáreas se han quemado en los fuegos, que comenzaron el pasado julio.
Después de Japón y Corea del Sur, los países del Sudeste Asiático cuentan los últimos minutos del 2019.
En Manila y otras partes de Filipinas las autoridades han realizado una campaña para reducir la cantidad de petardos y cohetes en Nochevieja.
En un mercado de la capital filipina, los viandantes compraron fruta de forma redonda, que representa la buena suerte, y trompetas de cotillón para hacer ruido en lugar de petardos.
Celebración en Rusia
A diferencia de muchas ciudades europeas, las luces en Moscú no se encienden hasta mediados de diciembre, pero una vez que lo hacen, el ambiente festivo se propaga rápidamente por toda la ciudad.
Y es que en este país la fiesta más querida por los ciudadanos es precisamente el Año Nuevo, lo que ha hecho que el Ayuntamiento haya gastado más de mil 500 millones de rublos (unos 25 millones de dólares) en la decoración de la ciudad.
Por otro lado, los espectáculos de fuegos artificiales por Año Nuevo en Canberra y otras ciudades de Australia fueron canceladas debido a los incendios forestales que arden en medio del intenso calor del verano, pero Sydney realizará su icónica demostración el martes por la noche tras recibir una exención de la prohibición total.
El año pasado, un estimado de mil millones de personas en todo el mundo vieron el espectáculo por televisión.
La Torre Elizabeth, de 96 metros de alto y uno de los edificios más fotografiados de Gran Bretaña, ha estado rodeada de andamios durante los últimos dos años, ya que las cuatro caras fueron esmaltadas, se volvieron a pintar los herrajes y se limpió y reparó el intrincado trabajo en piedra.
En nuestro continente, miles de personas intentan hacerse un espacio en las icónicas playas de Ipanema y Copacabana, atiborradas de gente a tan solo un día del tradicional Reveillón, como se conoce a la fiesta de Año Nuevo en Brasil, uno de los espectáculos más turísticos de Río de Janeiro.