La pandemia planteó problemas impensados. La necesidad de mantener la distancia social para evitar el contagio con coronavirus obligó a revisar situaciones que, hasta la propagación del Covid-19 por el mundo, estaban naturalizadas y eran seguras para la salud, entre ellas, la movilidad en las grandes ciudades.
El riesgo de contagio que representa el transporte público desalentó el uso de colectivos, taxis y subtes, al mismo tiempo provocó un boom de la bicicleta. No obstante, todavía no se ha podido encontrar una solución a la necesidad que tienen los habitantes de los grandes conglomerados urbanos de trasladarse de un lugar a otro.
Esa fue el desafío que planteó la última edición de los premios New Norm Mobility Award de Ford, galardón que forma parte de los New Designers, la muestra más grande de los proyectos de diseñadores recién graduados del Reino Unido. Y el ganador fue el diseño Muvone, que lleva la firma de Marius Lochne.
Se trata de un taxi de conducción autónoma que, al mismo tiempo, es de uso exclusivamente individual. En el marco de la nueva normalidad adaptada a la crisis sanitaria que desató el coronavirus, el prototipo se reveló como un medio de transporte seguro y cómodo, ideal para cumplir con las obligaciones cotidianas lejos de casa.
Más allá de su concepto individual, este auto de alquiler tiene un diseño interior y exterior de estilo minimalista, con superficies planas y materiales fáciles de limpiar. Estas características permiten su desinfección a fondo entre cada viaje, dando así una mayor sensación de seguridad a sus usuarios.
Además, el Muvone está ideado con el objetivo de una inclusión social real ya que permite las personas con movilidad reducida o diversidad funcional puedan utilizarlo con facilidad. Estas características le valieron al vehículo, aún en estado de prototipo, el galardón mayor del prestigioso concurso de diseño.
Fuente: La Capital