China, el país que más contamina del mundo, con un 30% del total de emisiones de dióxido de carbono, está por marcar un hito radicalmente opuesto. Para ello acaba de completar en Jinan, capital de la provincia de Shandong, la primera carretera solar que, además de generar electricidad e introducirla a la red eléctrica, prevé hacer posible la recarga de vehículos eléctricos en movimiento a partir de la inducción magnética.
Aunque el segundo punto de la innovación está en proceso, la promotora de este proyecto pionero ha informado del final de las obras en una sección de piloto ejecutada en la Jinan Ring Expressway. Además, el pavimento incorporado a lo largo de dos kilómetros de la citada vía ha pasado ya las pruebas de calidad necesarias para que, por ella, rueden los vehículos, tal y como informa el Quilu Transportation Development Group.
En un comunicado en el que anuncia la finalización de los trabajos, el grupo promotor de esta carretera solar asegura que el despliegue fotovoltaico efectuado cuenta con una capacidad instalada de 800 kw. Pero, ¿cómo se garantiza la protección de estos sistemas solares? Pues con un pavimento formado por tres capas que, precisamente, deja en la central los paneles solares y la tecnología para la carga inalámbrica de vehículos eléctricos.
Así, con una estructura tipo sándwich se garantiza la protección de la tecnología solar de la humedad del suelo. Este es el fin fundamental de la capa que se sitúa en la parte inferior. En ella, además, se concentran todas las conexiones necesarias para que la energía captada pueda ser reconducida a la red eléctrica de Jinan.
Sobre los paneles se ha desplegado una capa superficial que garantiza que estos no sufren daño alguno con el tránsito de vehículos. No obstante, la resistencia se limita a turismos y a vehículos de tamaño medio por lo que, en principio, esta parte de la vía quedará vetada para camiones de grandes dimensiones. Pero el papel de esta primera capa va más allá y es que también debe permitir que la luz llegue a los sistemas para la captación de energía. Para ello, los impulsores de esta iniciativa han optado por un ‘hormigón’ transparente que conserva las propiedades del asfalto y, con ello, garantiza la seguridad de los conductores que transiten por esta vía.
Para reforzar aún más la seguridad, esta innovadora apuesta también contribuirá a combatir la nieve y el hielo, mediante la acumulación de calor en las temporadas más frías. Sin embargo, se espera que los avances vayan a más, fundamentalmente con la implantación gradual de la carga móvil de vehículos eléctricos. Será “una revolución para la generación de energía, la industria del transporte y la del automóvil”, asegura el grupo estatal que lidera un proyecto que, gracias a la recarga en movimiento, será único en el mundo. Entretanto, la idea es tan singular que solo Francia cuenta ya con una carretera solar, la Wattway, inaugurada en diciembre de 2016 en Normandía.
Fuente: Mitre