Si se pregunta cuáles serán las historias de negocios más importantes en el mundo de la tecnología el próximo año, olvídese de los inventos que generan deslumbrantes titulares: coches sin conductor, lentes de realidad aumentada y computadoras que responden a la voz humana.
Los principales motores de crecimiento para las mayores compañías tecnológicas en 2018 ya están arraigados en la vida empresarial: la publicidad digital, el comercio electrónico y el paso de la tecnología de la información mundial a la nube.
Las extrapolaciones pueden ser arriesgadas, pero algunas tendencias en digitalización son difíciles de ignorar. Están impulsadas por la aparición de una infraestructura tecnológica generalizada y una preferencia entre los usuarios por la comodidad de los servicios digitales. También reflejan la disposición de más empresas para operar en plataformas construidas por compañías como Google, Facebook y Amazon (y los gigantes emergentes de China, Alibaba y Tencent).
Tenga en cuenta la publicidad. Alrededor del 40% de los gastos mundiales en publicidad se destinan actualmente a canales digitales, una proporción ligeramente superior a la de TV. La focalización superior y el potencial de interactividad de las redes digitales deberían seguir ese cambio.
La publicidad también se ha convertido en el principal ejemplo del dominio de la plataforma digital. Sólo dos compañías - Google y Facebook - representan casi todo el aumento neto del gasto publicitario digital en los últimos dos años. Los hábitos de los televidentes tradicionales tal vez perduren y otros pueden llevarse una tajada más grande del pastel publicitario de vídeos, pero el cambio subyacente parece inexorable.
Una parte menor de las ventas minoristas mundiales se produce en línea, lo que deja mucho espacio para el crecimiento. El comercio electrónico representa aproximadamente el 14% de las ventas en EE.UU., el 9% en Europa occidental y el 22% en China. Al igual que con las principales plataformas de publicidad, Amazon ha exhibido las características de "todo para el ganador" que vienen con el dominio digital.
Mientras tanto, una encuesta de Goldman Sachs descubrió que sólo el 19% de las cargas de trabajo informáticas realizadas por grandes compañías multinacionales se han trasladado a la nube. El "costo hundido" de la infraestructura de tecnología de la información existente implica que la transición a la informática en la nube tomará muchos años. Pero como el gasto global de tecnología de la información está en vías de alcanzar los u$s 3,7 billones el próximo año, según Gartner, el tamaño de la oportunidad de negocios es enorme.
Las compañías de plataforma estadounidenses que se han posicionado para aprovecharse de esta situación están finalizando 2017 como los cinco grupos más valiosos del mundo: Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook. Se pronostica que estas compañías, combinadas, sumarán u$s 100.000 millones en ventas el próximo año, una tasa de crecimiento colectivo del 14%.
Entonces, ¿cuáles son los principales riesgos de 2018? La amenaza más inmediata podría ser externa. Los reguladores y los tribunales europeos han encabezado la lucha contra el poder y la riqueza de los gigantes tecnológicos, desde la multa de 13.000 millones de Euros por la posición fiscal preferencial de Apple en Irlanda hasta el dictamen de este mes de que Uber debería ser regulada como compañía de transporte. Entre ambos sucesos se produjo la histórica multa antimonopolio contra Google.
La atención ahora se ha desplazado a Washington, gracias en parte a la indignación política por el uso de Facebook por parte de Rusia para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses del año pasado. En privado, las grandes compañías tecnológicas se preparan para la acción regulatoria, aunque en el actual clima político estadounidense, es difícil ver exactamente qué forma tomará.
Las nubes políticas en EEUU también deberían contribuir al ascenso de los líderes de la tecnología de China. Estas empresas han logrado alinearse estrechamente con los intereses de su estado y disfrutan de un mercado interno que está ampliamente aislado de la competencia extranjera. Y para finales de 2018, sus aspiraciones globales pueden haberse vuelto mucho más evidentes.
Fuente: Cronista