Unión logró reunir ante Banfield dos cosas fundamentales para ganar un partido: eficiencia y destreza. Eficiencia en el tratamiento de la pelota y destreza en los movimientos para anular al rival.
El rojiblanco además encontró otro aspecto fundamental: goles de volantes. Algo que necesitaba para respaldar a los delanteros cuando éstos no convierten. Y además aquellos que son referentes mostraron un muy buen nivel para que los más jóvenes acompañen.
Una simbiosis perfecta para encontrar regularidad en el juego y soñar con lo que nunca pudo lograr, que es clasificar para una Copa. En este nivel el sueño puede ser realidad. Madelon sabe manejar estados y momentos y sabe que el Tate no puede darse licencias como después de Racing.
Frente al Taladro Acevedo fue la figura excluyente y con altos niveles de los hermanos Pitton, de Fragapane y de Nereo Fernández. Y lo del arquero es bueno remarcarlo porque cuando el dudó en partidos anteriores Union también dudó.
Volver a ser. Lo más importante de Madelón y sus jugadores.