Hace nueve años, en 2015, el femicidio de Chiara Páez en localidad de Rufino -provincia de Santa Fe-, provocó el primer grito masivo de "Ni Una Menos" en las calles de todo el país, uniendo a mujeres y disidencias contra un mismo enemigo común: la violencia machista. 

Chiara, tenía 14 años y estaba embarazada de tres meses cuando fue asesinada por su novio Manuel Mansilla.

Con el objetivo de mantener activa la memoria LT9 dialogó en exclusivo con Fabio Paéz, el papá de Chiara. 

"Siempre que llega esta fecha uno tiene una mezcla de sentimientos, tristeza, impotencia y a su vez un poco orgullo, de que en el nombre de Chiara -lamentablemente-, se haya logrado este movimiento tan multitudinario que sucedió a nivel país y a nivel internacional", comentó con tristeza su papá.

El femicidio de Chiara, activo el horror de manera generalizada, y en este contexto la periodista Marcela Ojeda lanzó un desafío a través de las redes sociales: "Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales... mujeres, todas, bah... ¿no vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO". 

Decenas de mujeres respondieron a este tuit y, en pocos días, se determinó una fecha y una consigna que, nueve años después, sigue vigente: Ni Una Menos. 

La movilización de miles y miles de mujeres en 80 ciudades de Argentina marcó el inicio de un movimiento que se expandió por América Latina e incluso llegó hasta España, "yo creo que lo de Chiara fue la gota que rebalsó el vaso, porque femicidios hubo siempre" manifestó Paéz.

Consultado sobre cómo fue la resolución judicial del caso, el papá de la jovén compartió: "Lamentablemente la Corte Suprema de Santa Fe le bajó la pena al femicida de Chiara, lo que nos causa mucha tristeza y mucha preocupación, porque es un mensaje muy peligroso el que está dando, está diciendo: 'si sos menor, podés matar y salir enseguida', realmente es un mensaje que da miedo".

Seguidamente agregó que el femicida "por la decisión de la Corte en 6 años puede estar en libertad y dentro de poco, posiblemente ya puede estar con salidas transitoria en la calle, al lado de cualquier chica, de cualquier mujer que puede estar corriendo el riesgo".

En este momento del relato, Paéz recordó, "no se si todos recuerdan lo que pasó con Chiara, la mataron a golpes, la enterraron, escondieron pruebas, la taparon con ramas, hicieron todos los artilugios para esconder las pruebas" y aseguró "no tengo dudas que a esa bestia no le va a costar nada volver a ejercer violencia sobre una mujer o volver a cometer un femicidio". 

En relación a esta decisión de la Corte Suprema de Santa Fe, el papá de Chiara sostuvo: "Siempre pienso que el día que los jueces tengan que juzgar hagan una investigación profunda del daño que hace un femicidio, es tremendo, porque nosotros, los padres, las tías, quedamos una parte muerta en vida y eso no lo vamos a recuperar nunca". 

Y con mucho dolor contó: "Mi mamá, la abuela de Chiara, murió de tristeza al año y medio. No pudo superar su muerte" y añadió: "Atrás de cada femicidio, detrás de cada muerte de una chica nadie se imagina el sufrimiento, únicamente los que lo pasamos".

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