Científicos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, terminaron con un mito sobre las plantas. No son silenciosas ni indiferentes ante el maltrato o la falta de agua. Como seres vivos, sienten y lo expresan, pero los seres humanos no pueden percibirlo.
En otra frecuencia de sonido, plantas estudiadas con micrófonos especiales emitieron sonidos vinculados con dos estímulos definitivos en esta tesis: El maltrato del corte de una rama o la falta de agua que puede matarlas de sed.
Los sonidos se pudieron grabar de forma remota, tanto en cámaras acústicas como en invernaderos de emisiones ultrasónicas a 10 centímetros de distancia de plantas de tabaco y de tomate, dos especies elegidas para el estudio que lideró el profesor Itzhak Khait.
Entre 35 y 25 sonidos por hora fueron captados en plantas de tomate y de tabaco sometidas a sequía, y 15 sonidos por hora para las que se les cortó el tallo.
Cada sonido tenía características diferenciadas y los estudiosos pudieron establecer rangos y variaciones del estrés, de modo que era perfectamente reconocible el efecto que causaba en ellas el corte y la falta de agua, los dos únicos estímulos que se eligieron para el trabajo.
Fuente: Telefe Noticias