A través de una nota dirigida al ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, escuelas parroquiales manifestaron su preocupación por los reiterados hechos de inseguridad y vandalismo que son víctimas, a días del retorno de las clases. En la nota se destacan los cuatro robos en menos de 10 días en la escuela Santa Rosa de Lima, pero además fueron atacados la escuela Cristo Obrero del barrio Villa del Parque, y en las escuelas San  Luis Gonzaga y Santa Mónica del barrio San Agustín. 

“En la medida que se agrava la crisis económica, social y alimentaria, esto repercute también en la seguridad. Hay una relación bastante directa en ese sentido. Pero la variable mayor es el tema de droga, que hace que se desesperen por vender cualquier cosa para conseguir dinero y normalmente son chicos muy jóvenes que entran a adicciones y con una realidad atrás muy compleja que hay que comprender” indicó el presbítero.

Agregó que “es importante la acción policial y la seguridad, pero también abordar la cuestión de fondo, que indudablemente hay gente que está quedando fuera del sistema. Eso termina llevando muchas veces adicciones y es una espiral que lleva de adicción a robo, de robo a veces a delitos mayores. La educación es precisamente una propuesta alternativa a esta espiral de violencia y es una propuesta esperanzadora de compromiso por la justicia social, por cambiar las cosas, por no naturalizar esto. No es bueno que nos acostumbremos a la pobreza, a la inseguridad, a la injusticia social. Y bueno, precisamente seguiremos trabajando desde nuestro lugar, colaborando con el Estado para cambiar las cosas”.

Rodriguez admitió que más allá de la inseguridad, también preocupa la crisis alimentaria que se está viviendo y “la poca responsabilidad de algunas políticas nacionales que están desfinanciando las estructuras comunitarias de contención social en los barrios”. En este sentido, recordó que “de otras crisis económicas nos salvó muchas veces esta estructura de contención social que ahora se está desmantelando tristemente o desfinanciando. Y eso se nota en los barrios, porque en los comedores escolares ya todos nos están diciendo que se nota más el hambre en los chicos”.

“Frente a las crisis hay dos opciones. O nos unimos y nos salvamos todos juntos, o la dispersión centrífuga del individualismo, y del sálvese quien pueda. Ahora lamentablemente se ha debilitado ese sentido comunitario a nivel cultural por distintas dinámicas pero preocupa sobre todo hoy en este contexto de la polarización, la violencia también en el marco político a nivel nacional. Es un debilitamiento de la democracia que estamos viviendo de la institucionalidad democrática que es  grave. La incapacidad de respetarnos, de aceptar al diferente, de convivir, de encontrar caminos juntos de solución. No hay otra solución” concluyó el  presbítero Rodriguez.