Una mujer de 47 años fue imputada por estafa y falsificación de documento privado en perjuicio de la anciana que cuidaba. 

Todo comenzó cuando la señora de 80 años llamó al Banco de Santa Fe para reclamar por una extracción de dinero que no había hecho. Así descubrieron que una persona de la mitad de su edad se había hecho pasar por ella para retirar uno 79 mil pesos de su cuenta, gestionar dos tarjetas de crédito falsificando la identidad de su empleadora  y sacar un crédito de 240 mil pesos a su nombre.

Lo más descabellado de la estafa llegó cuando revisaron las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad el 28 de febrero y el 1 de marzo de este año, y descubrieron que la estafadora se había vestido y maquillado igual que la víctima para no levantar sospechas en la sucursal rosarina del Banco de Santa Fe.

Gracias a la investigación interna de la entidad se comprobó que la persona que realizó el trámite no era la titular de la cuenta, por lo que denunciaron el hecho a la fiscalía, quedando a cargo de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos.

El Ministerio Público de la Acusación cotejó las filmaciones y consignó que, además, "se pudo comprobar con las firmas insertadas en los ticket de las operaciones bancarias que esa firma se asemejaba en muchos puntos a la firma original de la clienta. Luego de ser analizada por especialistas se puedo corroborar puntos que difieren entre las firmas".

De esta manera, se probó que la mujer había retirado una tarjetas de crédito sustrayendo el nombre de la anciana y una extensión con su identidad verdadera, con la que hizo numerosas compras.

La pesquisa probó que la estafadora, a partir de las cuentas corrientes que abrió retiró dos tarjetas de crédito, una nombre de la víctima y realizó otra extracción a su nombre con la cual efectuó numerosas compras.

Finalmente, el martes 9 de octubre, realizaron un allanamiento en la vivienda de la acusada donde secuestraron elementos que, suponen, fueron adquiridos con las tarjetas. Así, la mujer fue imputada el miércoles pasado por los delitos de estafa con falsificación de documento privado y defraudcación mediante uso de tarjeta de crédito gestionada con la identidad usurpada, sin prisión preventiva.

Ya en abril, el Banco de Santa Fe había resarcido a la anciana y cancelado el crédito gestionado de forma irregular a su nombre.