La perra Sheila se ganó el corazón de los trabajadores de una comisaría de la localidad de 25 de Mayo, en La Pampa, por su generosidad y lealtad hacia su dueño. El hombre cayó preso por asalto y hace más de un año que la perra, una mezcla de mestiza con Golden, no se va de la comisaría.
Primero, empezó asomándose desde afuera, hoy es una integrante más de la institución. Sheila entra y sale de allí, es alimentada y hasta duerme adentro. "Lo cierto es que el día en que hicimos el procedimiento y trajimos al hombre a la dependencia, al rato Sheila se presentó y ya nunca se fue. Creemos que debe haber seguido al patrullero", dijo el subcomisario Juan José Martiní.
Como su dueño cumplirá una condena de tres años y medio, se presume que Sheila vivirá allí hasta que recupere su libertad. Al menos eso es lo que quieren los trabajadores de la comisaría, quienes aseguran que cuando llegue ese momento "la van a extrañar mucho".
"Desde el primer minuto Sheila, que tiene 4 o 5 años, se plantó afuera del edificio. Enseguida se ganó el cariño de todos y hoy forma parte de la familia de la dependencia, tan integrada esta que cuando el personal sale a recorrer las calles a pie ella los sigue", agregó Martiní.
"Acá todos la atienden y la cuidan, le dan de comer y agua. Como muestra del cariño que se ganó, hace un tiempo otro perro, un dogo, la atacó y la lastimó bastante. Enseguida el personal la llevó a una veterinaria donde la curaron y estuvo 15 días internada, y los gastos se cubrieron desde la comisaría", aseguró.
"Siempre está en contacto con su dueño" ya veces duerme en la zona de calabozos. "Ella hoy está aquerenciada acá y supongo que cuando su dueño se vaya en libertad se irá con él, si eso ocurre seguro que la vamos a extrañar", concluyó el subcomisario Juan José Martiní.
Fuente: La Capital