Para llegar a estas presentaciones trabajaron en conjunto sobrevivientes de las provincias de Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Jujuy, que llevan casi 1 año organizándose con Ley Olimpia En Argentina (@Leyolimpiaargentina), con la Organización Género y TIC (Organización Feminista que promueve los derechos digitales de cis-mujeres y colectivo LGTTBIQ+ y el activismo contra la Ciberviolencia de género @GENTICORG), con la diputada del Frente de Todos Mónica Macha y la activista mexicana, sobreviviente a la violencia digital, Olimpia Coral Melo. También contaron con el acompañamiento del Ministerio de las Mujeres, género y diversidad.

Olimpia Coral Melo es reconocida como una de las 100 personas más influyentes del mundo en 2021 por la revista Time y es quien impulsó la creación de una ley contra el acoso digital en México que lleva su nombre, la Ley Olimpia. En Hora de arrancar dialogamos con ella para que nos cuente de qué se tratan estas 2 leyes:

“Tiene que ver con un cambio directo a la Ley 26485, que incorpora la violencia digital como una modalidad y también la reforma del Código Penal, que busca que se reconozca como delito la producción y difusión no consentida de material íntimo. Ambos proyectos de ley son parte de un proyecto que iniciamos en México, pero en Argentina decidimos hacer honor a Belén San Román, una mujer expolicía que, mediáticamente lo conocemos como suicidio, pero para nosotras es un tipo de femicidio, por el hecho de que una mujer tenga que quitarse la vida por la violencia sistemática y mediática que se hace con su cuerpo”.

Desde las organizaciones partícipes de la redacción promueven que todos los partidos políticos, todas las fuerzas políticas se sumen a esta iniciativa, “queremos que nos escuchen, queremos que sepan que lo virtual es real, que existe, que daña, que desgraciadamente las principales víctimas somos mujeres. Eso no significa que no pueda haber hombres, eso no significa que sea una ley que sólo beneficia a las mujeres, beneficia a la sociedad entera”.

La ley Belén busca la incorporación al Código Penal Argentino de los delitos de obtención y difusión no consentida de material íntimo y/o de desnudez, de los “porn deep fake” y de la llamada “sextorsión“. Establece que “se aplicará prisión de tres meses a dos años y el doble de la multa establecida en el artículo 155 a quien, por cualquier medio, sin autorización de la víctima o mediando engaño, videograbe, audiograbe, fotografíe, filme o elabore, documentos con contenidos de desnudez, naturaleza sexual o representaciones sexuales explícitas”.

Frente a cuestionamientos sobre el punitivismo que propone la Ley Belén, Olimpia argumentó que “cuando toman tu cuerpo, cuando te toman sin tu consentimiento es un tipo de violación. En el caso de Internet es igual. Tu puedes confiar, amar, vivir tu sexualidad libremente, que también hay que cuestionarlo, tampoco hay que romantizarlo, estamos en educación sexual, digital, jurídica, pero la culpa nunca es de la víctima. No podemos seguir pensando que la responsabilidad es la de una mujer que es exhibida. Desgraciadamente esa violencia afecta a tus más altas entrañas, te sientes violada, te sientes penetrada, te sientes tocada por todos a la vez. Entonces tu cuerpo desnudo está en la vitrina pública donde todo el mundo puede ver”.

La ley Olimpia, pretende modificaciones en la Ley N° 26.485 (de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) y que se incorporen los espacios digitales como ámbitos en los que puede suscitarse violencia, con la introducción de la definición de “violencia digital o en línea” como “aquella que se ejerce mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y que implique la obtención, reproducción y difusión por cualquier medio de datos personales, material digital real o simulado, íntimo o de desnudez de las mujeres, sin su consentimiento, discursos de odio de género, patrones estereotipados sexistas, o que impliquen situaciones de acoso, amenaza, extorsión o control virtual, o acciones que atenten contra la integridad sexual o identidad digital de las mujeres a través de las TIC, así como cualquier otra que pueda surgir a futuro, ejercida por este medio, que afecte los derechos protegidos de la presente ley”.

Para la activista, “la ley Olimpia no sólo busca una legislación o un punitivismo o un castigo, Ley Olimpia marca un cambio de conciencias.  Aquí en México, por ejemplo, a partir de la aprobación de la ley, a un medio de comunicación que se le ocurra siquiera hacer alusión a la apología del delito, subir fotografías en páginas de chismes, amarillistas, imágenes de desnudos, tiene una consecuencia real. Incluso cambiamos un poco el discurso de dejar de llamar páginas porno y comenzarlas a llamar mercados de explotación sexual".

La serie Intimidad, que se estrenó en Netflix recientemente, trata sobre el daño que puede producir en una persona y su entorno la filtración de un vídeo sexual sin su consentimiento. Desde el punto de vista de Olimpia, “es lamentable y nos asombra mucho cuando viene desde otros países, desde otros continentes a plantearse un problema que venimos planteando desde el 2013, siempre se necesita una influencia estadounidense o europea para que los países latinoamericanos lo tomemos en cuenta. Es importante mencionar la serie, pero habemos mujeres reales, no actrices, habemos mujeres víctimas en provincias argentinas que venimos tocando ese tema. Creo que es un parteaguas para que los países de Latinoamérica pongamos una agenda de continente. Ley Olimpia es más allá que una reforma, deseamos crear conciencia. Es importante hacer un cambio de paradigma”.

En relación a los medios de comunicación, planteó “Hay una línea muy delgada entre la libertad de expresión y la intimidad humana. La ley Olimpia sanciona la difusión y la producción no consentida de material íntimo sexual, no castiga cualquier difusión de cualquier material. Existen diferentes sanciones. Estamos en debate para una sanción para el origen, o sea para quien tuvo por primera vez las fotografías; otra sanción para quienes lo difunden, porque son parte del problema, son cómplices, son partícipes, pero no son el origen”.

“Es momento que todas y todos podamos decir acá ya no puede ser igual, ya no puedo mandar un pack como quiera con mis cuates (amigos) en el grupo de Whatsapp de fútbol y decir es normal, yo no soy el origen, a mí me los mandaron. Es un cambio de conciencia que va a tardar, en México tardamos 10 años, pero cada vez va tomando mayor fuerza”.

Un pack es una modalidad potencializada del sexting (textear sobre sexo) de fotografías eróticas, sin embargo, en ocasiones son divulgadas en redes sin el consentimiento de la persona que las compartió en privado.

“Necesitamos el apoyo de los medios de comunicación para poder exigir a las autoridades, queremos que se apruebe en el Congreso. Es una oportunidad importante que tenemos como latinas, como medios, como hombres, como personas, en unirnos a esta lucha y hacer la petición. Tenemos una petición en change.org Nos pueden seguir en @leyolimpiaargentina Twitter @OlimpiaCMujer Instagram: @olimpia_ley_olimpia”

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